Los Hechos de los Apóstoles y los escritos Paulinos nos ofrecen un sin número de enseñanzas como cristianos. Quiero compartir algunas de ellas, las cuales, a mi modo, resultan de interés.
San Pablo predicando en Atenas, por Rafael
1. Los Hechos de los Apóstoles nos ofrecen un principio de sentido en relación a la manera como se extendió la vida de los cristianos luego de la resurrección del Señor y de su aparición a los Apóstoles. Es una síntesis del Pentecostés vivido por los hombres y mujeres que fueron testigos fehacientes del obra de Dios en Jesucristo.
2. San Pablo representa para nosotros como cristianos el testimonio de la gran posibilidad de dar día tras día un sí generoso a la causa del Reino. Es fuerza, esperanza y modelo de seguimiento, como también es testigo de lo que significa encontrarse con Jesús y quedarse con Él definitivamente.
3. Los Hechos de los Apóstoles nos ofrecen una mirada renovada y esperanzadora de la Iglesia, a la vez que nos alientan en este caminar de fe. Es la experiencia de comunidades que vivieron en clave de predicación y que supieron asumir el rol de cristianos en medio de mundos difíciles y en ocasiones, poco creyentes.
4. San Pablo demostró lo que implica la radicalidad del cristiano. No se mostró nunca cobarde o temeroso de lo terrenal, antes bien, supo alternar la indiferencia ante la propuesta de una profesión de fe y su vida misma de converso. Se hizo testigo y proclamador, fue mas allá de los superfluo y enseñó el valor de la vida en Cristo.
5. Los Hechos de los Apóstoles y San Pablo constituyen un escenario teológico misional y de discipulado de la Iglesia. Amabas actitudes son espacios dialogantes que hoy deben exhortarnos a revisar las estructuras y formas de vida cristiana para determinar así de qué manera es posible hacer más atrayente, accesible y objetivo el mensaje de Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario